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El programa se resuelve mediante dos edificios lineales colocados delimitando un espacio de conexión entre las calles Cavallers y Joglar Segalí, provocando los accesos tanto a las viviendas como a los locales comerciales desde este espacio, la nueva plaza Josep Solans.
Los dos volúmenes de edificación se adaptan a las construcciones perimetrales de la parcela. Así, el bloque de la calle Timbalers tiene una sección de PB+4, y el bloque de la calle Roser disminuye su altura adecuándose al edificio de la Casa de Cultura y adopta una sección de PS+PB+P2.
La crujía del edificio Timbalers permite que todas las viviendas se abran a fachadas opuestas, posibilitando así la ventilación cruzada, y el edificio de Roser resuelve la ventilación cruzada organizando la planta con dos viviendas que se abren a fachadas opuestas y las cuatro restantes en esquina, ventilando también a dos fachadas diferenciadas.